Nacimiento de Helena

Quisiera comenzar diciendo lo evidente, y es que este el relato de nuestro parto es un simple recorte, puesto que verdaderamente considero que esta experiencia se trata de un proceso único e intrasmitible, principalmente por lo íntimo que es para quienes lo transitan, y me es imposible abarcarlo aquí.

 En este intento de describir lo sucedido, puedo decir que hemos vivido, un proceso de transformación personal, paralelo al proceso de gestación biológica. Inicialmente fui yo quién buscó el programa, finalmente nos ha transformado como pareja, como padres primerizos y como personas. Ha dado forma a nuestra decisión de formar una familia.


Algo que, tal vez, condensa mi vivencia es el recuerdo de la vidriera de una librería, que vi en la esquina de IMO cuando iba a la primer entrevista. Allí vi un libro cuya tapa decía 'parir sin miedo'. Fue una casualidad, nunca había visto algo así. Esa imagen me marcó y los encuentros con el equipo la fueron reforzando, enriqueciendo la idea, profundizando en volver a la experiencia de parir como un suceso vital y no como una patología. 

Tal vez parezca temerario de mi parte (para sentirnos cuidados elegimos que el parto sea en una Institución, esto siempre fue importante para nosotros) pero creo que la clave para transitar este camino es dejar el miedo a un costado; ahí a un costadito, por un rato. 

Sinceramente me permití disfrutar con el cuerpo de mi parto y me lo permití porque me sentía cuidada y confiada. Creía plenamente en que es una experiencia de disfrute, y así fué (arriba la oxitocina!!! ;) ) . Hubo dolor, no voy a negarlo, pero estábamos preparados y acompañados para transitarlo. 

Con respecto a detalles concretos puedo decir que tuve la fortuna de poder vivir una parte en casa, en mi ámbito, conectada con mi compañero y por teléfono con Adriana (nuestra partera). Llegué a la clínica y a la habitación que ya conocíamos (nada menor conocer de antemano el lugar, diría casi tan tranquilizador como conocer al equipo), siempre junto a mi compañero y el staff, utilizando las telas, el sillón y los consejos de posiciones, además de mucha contención y amor. Así fué como llegó nuestra adorada Helena. 

Cada encuentro, durante el embarazo, dejó su impronta, una impronta necesaria que ha dado frutos posteriormente y nos ha preparado. El parto ha sido un hito más dentro de un tránsito. 

La plena confianza en los profesionales que nos han acompañado en este proceso ha sido el otro pilar fundamental para que esto fuera posible. La confianza entre nosotros y los profesionales ha sido una construcción, como no puede ser de otra forma.

 De la calidad profesional y como personas del equipo, solo puedo decir que han sobrepasado mis sueños. Todo esto ha sobrepasado mis sueños. No podría imaginar un mejor comienzo para nuestra hija. Estaremos eternamente agradecidos. 

Volvería a elegir este camino una y mil veces.