La llegada de Manu a nuestra vida me llevó a una búsqueda, primero interna, de saber cómo quería que fuera su nacimiento, y luego externa, investigando y recorriendo varios obstetras.
Así fue que me encontré con el PSI. Después de pensarlo, con mi compañero nos decidimos a empezar ese extraordinario proceso que culminó en el parto y nacimiento de Manuel.
Digo extraordinario proceso porque no es sólo el momento del parto lo que tengo para destacar del programa PSI, si no todo el camino recorrido para llegar a ese momento. Un camino de aprendizaje compartido con mi compañero y con el resto de las parejas, y también con Agostina y Eugenia, quienes coordinaban los encuentros, y el resto de este fundamental equipo.
Ese proceso, tan disfrutado, nos permitió llegar de manera tranquila y confiada al día en que Manu decidió llegar. Cada martes fue un nuevo desafío de aprendizaje y confianza.
El día que se cumplían las 40 S rompí bolsa a la medianoche, las contracciones empezaron a las pocas horas. Las transité tranquila, el agua que me aliviaba el dolor, mi compañero y mi hija aún dormían. Cuando se hicieron más intensas y rápidas, en el medio de una tormenta tremenda, nos fuimos para el Imo, donde nos encontramos con nuestra partera, Vero, quien nos acompañó en todo momento dándonos el espacio que necesitábamos. Después llegaron Agos, que en todo momento fue puro amor y contención, y Analía, la genia y respetuosa obstetra del equipo.
Así fue el trabajo de parto transitado en esa hermosa habitación 215, entre contracciones, gritos, diferentes posiciones y sobre todo, libertad! acompañada de mí compañero y con el apoyo incondicional de estas tres mujeres, a las cuales estoy especialmente agradecida.
Después de cuatro horas, y de decir y pensar que no podía, pude, pudimos, nació mí Manu hermoso. Lo agarré y lo apoyé sobre mí pecho, y así quedamos tranquilos y en paz, hasta que alumbré la placenta y tuve la preciosa imagen de mí hijo conectado con ella..No tengo más que agradecimiento por estas mujeres y por todo el resto del equipo, neonatólogas, pediatra (Irene, tan especial, una grande! @enlazandomiradas )y puericultoras, que en todo momento nos respetaron y se preocuparon para que estemos bien antes, durante y después de haber nacido Manu.
Gracias, gracias y más gracias. El mejor recuerdo.